Después de oir hablar bastante de este restaurante y aprovechando que el Pisuerga para por Valladolid (trabajamos cerca), nos acercamos a probar sus populares platillos. Propuestas innovadoras en miniatura para todos los bolsillos.
Ochenta grados es la máxima temperatura para mantener las propiedades y sabores originales de los alimentos. Éste se supone que es uno de los principales pilares de este restaurante, además de ser el origen de su nombre. También cuentan que se posicionan a favor de los productos de cercanía y por ello la mayoría de sus proveedores son locales, encontrándose a menos de 50 km del local de venta. Por último y quizás lo que más directamente mueve a los clientes que deciden visitarles es su propuesta desenfadada y divertida, basada en platillos novedosos y originales que se salen un poco de lo normal, aderezados además con unos precios bastante asequibles para los tiempos que corren. No pinta mal, ¿verdad?
Actualmente disponen de un par de locales en la capital, Las Tablas y Malasaña. Espacios modernos e informales, muy de hoy en día, con música de fondo, aunque no tanto como debería, da lugar a un ambiente algo bullicioso y quizás buscado. El servicio resulta correcto pero precipitado, teniendo en cuenta que en nuestra visita de mediodía (con su respectivo menú del día), quitando el postre, el resto de platos que seleccionas se sirven según salen de cocina, es decir sin ningún orden preestablecido, entiendo que con el objetivo de agilizar los servicios.
Ofrecen dos menús del día (12,50€ y 13,80€), ambos consistentes en Bebida + Miniplato frío + 2 Miniplatos calientes + Postre o Café, diferenciándose en que el segundo de ellos ofrece algunos platos más a elegir. Bastante competitivos.
A continuación os mostramos el conjunto de los miniplatos que pasaron por nuestra mesa, aunque por desgracia todos no pude probarlos, a riesgo de salir a gorrazos del restaurante…
DisTinto de Verano con Espuma de Limón. Dentro de las bebidas. Su afamada versión del tinto de verano.
Ensaladilla de Gambas y Crema Fría de Aguacate. Para frío como nos dejo a nosotros. Un plato muy plano y pocas gambas que lo atestiguaran. Prescindible.
Huevo Trufado con Patatas y Jamón. Aunque la trufa tampoco la sentimos mucho, resultaba un bocado cremoso y gustoso. Una deliciosa versión de unos huevos rotos, pero más finolis.
Tartar de Salmón con Crema de Aguacate y Gazpacho de Mango.
Patatas Bravas a Nuestra Manera. Unas más que correctas bravas. Picante opcional. Ricas.
Falso Risotto de Gambas y Mini-Albóndigas de Pollo.
Ñoquis Cremosos con Salsa de Setas.
Mollete al Vápor Planchado con Relleno Asiático de Secreto Ibérico. Una sabrosa fusión que aporta ese toque de tintes asiáticos a un jugoso secreto. Con un tierno pan rollo bao.
Steak Tartare con Helado de Mostaza. Aunque no se vea, hay steak tartare.
Terrina de Cordero Confitado, Ñoquis y Crema de Nata Reducida.
Tarta de Queso Horneada con Toffee Salado. Interesante combinación de sabores, queso de sabor intenso junto con el dulce de la galleta y toffee, más el puntito de sal.
Tarta de Chocolate con Crujiente de Pailleté. Correcta y suave tarta de chocolate con el contraste y la chispa que le da el crujiente del pailleté.
Leche con Galletas y Chocolate. Uno de sus íconos.
Blanco Limón.
El ticket en este caso está determinado por el precio del menú elegido (12,50€ o 13,80€). Pidiendo de carta entendemos que el precio rondará entre los 20 – 30€, ya que cualquiera de los miniplatos no pasán de los 5€, salvo un par de ellos, por poquito más, indicados para compartir.
Otro de estos sitios que nos gustan para pasar buenos ratos con amigos, comer bien y divertido, además de no dejarnos la cartera en el intento. Recomendable.
Info:
Ochentagrados, web * facebook * twitter
Ochentagrados Las Tablas – Calle Mirallos, 4 – 914 27 02 45
Ochentagrados Malasaña – Calle de Manuela Malasaña, 10 – 914 45 83 51
¿Probastes todos los platos?